martes, 27 de octubre de 2009

Cuenca artesanal

Cuenca es una ciudad todavía pequeña -alrededor de 400 mil habitantes-, dotada de muchos encantos: excepcional posición geográfica, belleza del paisaje y armoniosa arquitectura. Pero el principal atractivo de Cuenca es el espíritu de su gente, honesta, trabajadora, capaz de sobreponerse a las mayores catástrofes y seguir viviendo y creando. El alma del cuencano está llena de cordialidad y profundo y viejo sentido hospitalario.

La creatividad es otro de los valores presentes en el carácter del cuencano, y la misma, se expresa en las múltiples y coloridas formas de la artesanía local.Algunos se han preguntado, en cuanto a la artesanía cuencana, el por qué de su importante producción. Quizás la razón histórica más fuerte sea que los terrenos de viejo volcanismo de la provincia del Azuay no son mayormente fértiles, y el habitante percibió esto en todo momento. De ahí la tradición cerámica precolombina, cuya expresión mejor parece hallarse en la nunca bien estudiada fase Challuabamba, que ha dejado piezas de una delicadeza suma.La Colonia conoce, sobre todo, el desarrollo de los tejidos, el trabajo en madera, la imaginería y la platería.

Pero es en el siglo XX cuando se da la apoteosis artesana. En el bordado: las hábiles manos de nuestra gente adornan vestidos y otras prendas de casa con inmensa gracia; en las labores en metales finos: plateros y orfebres azuayos despliegan su fantasía y oficio en piezas que adornan tanto a las imágenes religiosas de culto, cuanto a las bellas mujeres del sector; en la forja de hierro, en que son expertos los artesanos del barrio tradicional de Las Herrerías; en la cerámica de todas las clases y orígenes imaginables: fina, vidriada, colorida, doméstica, industrial, artística, inspirada en lo ancestral, influida por Europa, moderna y tradicional, siempre rubro importante de nuestra economía; en los tejidos y su utilización en prendas y objetos a la moda, tanto paños que vienen de Bullcay y Bulzhún, así como fajas y ponchos que llegan del Cañar. Y, por supuesto están las piezas talladas en madera, los cueros repujados, el vitral, la cerería, los objetos en cuerno, en piedra, en hojalata… Todo un despliegue de formas populares o sofisticaciones, que salen de los talleres de artífices, y que nunca acaban de sorprendernos.

Cerámica

La cerámica es una de las artesanías de mayor arraigo en la historia del pueblo cuencano. Su orígen se encuentra en las primeras culturas precolombinas en la región, en el período formativo (4.000 a.C – 500 a.C). Hacia el año 2.500 a.C, la cultura Narrío elaboraba ya piezas cerámicas de gran calidad, las mismas que aun hoy en día sorprenden por su finura y exquisita decoración con diseños geométricos o con esculturas zoomorfas modeladas en los bordes de los recipientes. Más tarde, culturas como la Cazhaloma, la Tacalzhapa y la Challuabamba, continuaron la tradición cerámica en la región, modelando con distintas técnicas como la del golpeador o “huactana”, piezas como vasijas, platos y vasos antropomorfos o zoomorfos. Los Incas a su llegada, a finales del siglo XV, introdujeron nuevas técnicas y estilos, con piezas muy representativas como los “aríbalos”, que son vasijas de base terminada en punta con dos grandes asas funcionales a sus costados.Hoy en día la cerámica en el Azuay es el resultado de un mestizaje que combina técnicas aborígenes y españolas. En su producción trabajan hombres y mujeres que infatigablemente, elaboran piezas que se caracterizan por su buen gusto y originalidad. Para ello se emplean técnicas como el moldeado a mano, los golpeadores o “huactanas” y el torno. El proceso es largo y laborioso, pues incluye el amasado del barro, el moldeado, la cocción en horno y el vidriado o barnizado. Pero además de la producción artesanal y/o artística, en Cuenca se encuentra muy desarrollada la cerámica industrial; piezas como tejas, baldosas y recubrimientos varios, son reconocidas a nivel nacional e internacional por su calidad.

Textilería

El arte de los tejidos es también una tradición de gran antigüedad en la región de Cuenca. Se tiene conocimiento que los cañaris empleaban técnicas de tejido muy similares a las que actualmente se utilizan en las zonas rurales. Se elaboraban por ese entonces, prendas con fibras vegetales como la cabuya y el algodón (que se lo obtenía en comercio con culturas de la costa) Mas tarde los Incas introdujeron la lana de los camélidos y los europeos la de las ovejas, diversificándose así los estilos y diseños de los tejidos. Los tintes se los obtenían de todo tipo de plantas, flores y frutas, tal como se lo sigue haciendo hoy en día en algunas comunidades campesinas.

En la ciudad de Cuenca y en la zona del Azuay, llaman la atención las vestimentas típicas, en especial de las mujeres: polleras, chales, blusas, bolsicones, etc. Todas ellas presentan hermosos trabajos bordados de estilo folklórico tradicional, con dibujos como flores, pétalos y hojas. Para la elaboración de estas prendas se emplean materiales tan variados como la lana, el algodón o el terciopelo. En cuanto al bordado, si es trabajado a mano las mujeres artesanas usan el bastidor para apretar la tela, aunque muchas de ellas hoy en día bordan a máquina. Los textiles que más acogida tienen, sin embargo, tanto por turistas nacionales como extranjeros, son aquellos elaborados con la técnica del “Ikat”, en especial los paños o chales denominados “macanas”, cuya elaboración está muy extendida en la zona de Gualaceo y Bullcay. Aquí se pueden encontrar talleres en donde hábiles artesanos, tejen en telares de cintura hermosas prendas con los más variados diseños, los mismos que se obtienen mediante un proceso de “amarrado y teñido”. Los colores empleados pueden ser naturales o artificiales. Entre los colorantes naturales se encuentran productos vegetales como frutas (uvas, moras, nogales), flores, hortalizas (zanahoria, cebolla) e incluso productos animales como los gusanos comúnmente denominados “cochinilla”. De estas prendas, llaman especialmente la atención el detalle con el que muchas veces son elaborados los flecos, los cuales son amarrados totalmente a mano para obtener diseños de flores, aves, animales, árboles, etc.

Joyería

La joyería cuencana es reconocida como una de las mejores del país, por su calidad, originalidad y buen gusto. Hábiles orfebres, tanto en Cuenca como en sus alrededores, elaboran todo tipo de aretes, anillos, broches, brazaletes, colgantes y cadenas en plata, oro y otros materiales. Los diseños que se realizan mantienen, en la mayoría de los casos, una marcada influencia del arte precolombino y colonial, si bien hoy en día se emplean también motivos contemporáneos de todo tipo. Para las cuñas se emplean piedras como esmeraldas, brillantes, ópalos, aguamarinas, topacios, saudas, alexandras, granates y perlas cultivadas legítimas. Muchos de los materiales utilizados, se los importa de otros paísesLa técnica de la filigrana es sin duda, una de las que mayor interés despiertan dentro de la joyería cuencana. La misma consiste en la obtención de hilos de oro o plata de distintos espesores que cubren espacios y dejan otros vacíos para formar un tejido traslúcido. De acuerdo a algunos autores, el origen de esta técnica es asiático y se desarrolló con posterioridad en España y Portugal, desde donde se importó a América por orfebres colonizadores. Es con esta técnica que se elaboran las tradicionales “candongas”, que son los aretes usados por las cholas cuencanas como un accesorio imprescindible para la vestimenta festiva.

Paja Toquilla

El tejido de la paja toquilla para la elaboración de sombreros y múltiples artesanías como adornos, cestos, bolsos, carteras y demás, es una de las actividades de mayor tradición en la región de Cuenca y el Azuay. Esta fibra, que proviene de la palma “Carludovica Palmata”, se la encuentra también en Colombia, Perú y Bolivia, pero es sólo en el Ecuador en donde su uso se convirtió en una fuente importante de ingresos para múltiples familias, llegando a desarrollarse así una importante industria de exportación.En nuestro país, la Carludovica Palmata es cultivada en la costa, en donde se han desarrollado centros artesanales de tejido de paja toquilla como Jipijapa y Montecristi. Sin embargo, esta actividad ha florecido también en la sierra austral ecuatoriana y desde mediados del siglo XIX, ha llegado a ser una importante fuente de ingresos para numerosas familias de las provincias del Azuay y Cañar.El proceso de elaboración de las artesanías de paja toquilla tiene un gran número de pasos. Empieza con el tratamiento al que se somete la fibra tomada de la palma, para darle suavidad y blancura. Generalmente, la fibra que está lista para ser trabajada, es comercializada en distintos puntos de venta o mercados en la costa y en la sierra, a donde los artesanos acuden a comprarla. Para la confección del sombrero, el primer paso es el dividido de la paja: mientras más finas sean las hebras que se obtengan, mayor calidad tendrá el sombrero. El tejido se lo realiza a mano de manera circular con la ayuda de una horma para formar las tres partes: plantilla, copa y falda. En la mayoría de los casos los artesanos venden su producto semiterminado a las casas comercializadoras, en donde se lleva a cabo el proceso de “compostura”, que incluye el azocado (cortado de las pajas sobrantes), el lavado, el sahumado o blanqueado, el prensado, maceteado, planchado y la inclusión de tafiletes y bandas. De esta forma el sombrero está listo para ser vendido o exportado.El sombrero de paja toquilla es reconocido mundialmente como un producto de alta calidad y ha llegado a ser sinónimo de elegancia y distinción. En la actualidad se lo exporta a países en América, Europa, Asia, Africa y Oceanía, en donde los sombreros más finos pueden llegar a ser vendidos en precios que superan los dos mil dólares.

Otras artesanías

La riqueza artesanal de Cuenca incluye muchas otras actividades que son expresión del espíritu creativo y trabajador de su pueblo. Entre las principales podemos citar:

Hojalatería
En numerosos talleres dispersos en la ciudad, se elaboran con hoja de lata utensilios como jarros, moldes, regaderas, baldes, bacinillas, ollas, alambiques, etc. Los mismos son comercializados en ferias semanales de los alrededores o en la ciudad en sitios como la Plaza Rotary.

Herrería
Este arte, que se lo practica desde tiempos de la colonia en Cuenca, es transmitido de generación en generación y se lo realiza generalmente en familia. En la “Calle de las Herrerías” es en donde se concentran los talleres en los que se elaboran con platina, varilla y hierro, herramientas de agricultura, palas, picos, adornos de casas (especialmente cruces), lámaparas, faroles y todo tipo de cerramientos y barandas para puertas, ventanas, balcones y pasamanos.

Carpintería
Aun hoy en día esta actividad está muy extendida en Cuenca y sus zonas aledañas. Todavía los carpinteros en la mayoría de los casos, trabajan en talleres pequeños utilizando herramientas tradicionales con las que elaboran puertas, ventanas, pasamanos, muebles y todo tipo de objetos decorativos. Generalmente se usan maderas como el sauce, seike, laurel, eucalipto, romerillo, saraz y cedro. Las ventas de estos artículos se las hace por pedido, directamente en el taller o bien se comercializan en mercados como la Plaza Rotary, en donde además se encuentran todo tipo de utensilios de cocina tallados a mano (muy populares entre las amas de casa locales).

Talabartería
Con cuero de vaca, corosil y materiales de zapatería en general, se confeccionan bolsas, maletas, carteras, cinturones, asientos, respaldos, bancas y artículos de cabalgadura como sillas, picos, galápagos, estribos, etc. Los talabarteros en Cuenca comercializan sus productos por pedido o por venta directa.

Pirotecnia
Tanto en la ciudad como en zonas rurales de los alrededores, ciertas familias han preservado por generaciones la habilidad y la técnica para la elaboración de todo tipo de fuegos pirotécnicos, imprescindibles en las fiestas tradicionales. Con materia prima como caña de carrizo, piola de cabuya, hilo de chillo, papel de estraza y pólvora, se hacen ratones, cohetes, ruedas, globos multicolores, vacas locas, castillos, etc.

Fuente: Fundación municipal turismo Cuenca.

Para mayor información visita:
http://www.cuenca.com.ec

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